Ingredientes
1 K harina 0000
25 gr levadura fresca
1/2 taza aceite vegetal
agua tibia o templada
sal
1 K harina 0000
25 gr levadura fresca
1/2 taza aceite vegetal
agua tibia o templada
sal
Poner
harina en un recipiente grande (más fácil de mezclar). En un agujero en
el medio del harina poner la levadura (a la cual la dejamos levar con
una cucharadita de azúcar, para que la levadura crezca mejor) agregar el
aceite y mezclar suavemente con agua templada o tibia.
Cuando la masa esté blanda (no escatimar agua, debe quedar blanda, no dura la masa). Comenzamos con el estirado del gluten. Esto se hace para que el gluten se desarrolle y así nuestro pan esté aireado y esponjoso. Amasar estirando la masa (que se rompa) y luego sobarla con las dos manos. No hacerlo mucho tiempo, es preferible que la masa descanse entre amasada y amasada. Para que no se "canse" o ponga dura esta masa. No más de cinco minutos es mi consejo.
Dejamos descansar una media hora y repetir el proceso de amasado anterior. Dejar reposar otros 15 o 20 minutos (todo depende de nuestro amasado, con el tiempo nos perfeccionamos). En esta segunda amasada o sobada se desgasifica el pan, necesario para quitar el exceso de gas de levadura y darle tiempo al gluten para que se vuelvan a formar sus fibras. Cuando ponemos un dedo en la masa y el agujero se cierra lentamente por completo, ya está lista.
Para que el pan tenga esa costra gruesa crocante, poner un jarro con agua en el piso del horno.
Solo queda cortar la masa, hacer bollos para poner en una bandeja o usar moldes. Cuando duplique su volumen, cocinar. Treinta minutos al horno medio. Consejo: cuando el pan es grueso o mucho volúmen, se usa horno suave. Cuando las masas son finas, horno fuerte. Es conveniente hacerle unos cortes casi superficiales a la masa, para que no se rompa el pan al crecer. Cuando más profundo el corte, más cambiará la forma del pan. ¡A practicar!
¿Cómo saber cuando nuestro pan está listo? Es muy facil, dale un golpe con los nudillos de los dedos en la cúspide, si suena hueco, está listo.
Como el día aquí en la Patagonia está frío y lluvioso, usé una tercera parte de la masa para unas ricas tortas fritas fritas en grasa vacuna para disfrutar con el mate.
Bon apetit.
Cuando la masa esté blanda (no escatimar agua, debe quedar blanda, no dura la masa). Comenzamos con el estirado del gluten. Esto se hace para que el gluten se desarrolle y así nuestro pan esté aireado y esponjoso. Amasar estirando la masa (que se rompa) y luego sobarla con las dos manos. No hacerlo mucho tiempo, es preferible que la masa descanse entre amasada y amasada. Para que no se "canse" o ponga dura esta masa. No más de cinco minutos es mi consejo.
Dejamos descansar una media hora y repetir el proceso de amasado anterior. Dejar reposar otros 15 o 20 minutos (todo depende de nuestro amasado, con el tiempo nos perfeccionamos). En esta segunda amasada o sobada se desgasifica el pan, necesario para quitar el exceso de gas de levadura y darle tiempo al gluten para que se vuelvan a formar sus fibras. Cuando ponemos un dedo en la masa y el agujero se cierra lentamente por completo, ya está lista.
Para que el pan tenga esa costra gruesa crocante, poner un jarro con agua en el piso del horno.
Solo queda cortar la masa, hacer bollos para poner en una bandeja o usar moldes. Cuando duplique su volumen, cocinar. Treinta minutos al horno medio. Consejo: cuando el pan es grueso o mucho volúmen, se usa horno suave. Cuando las masas son finas, horno fuerte. Es conveniente hacerle unos cortes casi superficiales a la masa, para que no se rompa el pan al crecer. Cuando más profundo el corte, más cambiará la forma del pan. ¡A practicar!
¿Cómo saber cuando nuestro pan está listo? Es muy facil, dale un golpe con los nudillos de los dedos en la cúspide, si suena hueco, está listo.
Como el día aquí en la Patagonia está frío y lluvioso, usé una tercera parte de la masa para unas ricas tortas fritas fritas en grasa vacuna para disfrutar con el mate.
Bon apetit.